14/2/09

PLAGAS:IMPORTANTES ATAQUES EN DIVERSOS CULTIVOS


La sequía y el retraso en las fechas de siembra de los cultivos estivales en buena parte de la pampa argentina fueron un cóctel que derivó en importantes ataques de insectos. Algunos archiconocidos por los productores, y otros no tanto. Todo comenzó con el trigo, la cebada y la alfalfa, cuando las arañuelas -tanto roja como negra- tuvieron en jaque las plántulas que intentaban arraigarse en los pobres perfiles pampeanos. Típico de años secos, las arañuelas complicaron el normal crecimiento del cultivo durante buena parte de su ciclo. "Eso sin olvidar que algunas isocas como la militar, actuaron como cortadoras de plantas de trigo, generalmente asociadas a sectores con alta cobertura", recordó un productor de Bengolea, en el centro sur cordobés. Ya para las siembras de maíz y soja tempranas hicieron su incursión el complejo de cortadores y la isoca bolillera (Ver La "bolillera ataca). Unas y otras se las ingeniaron para sobrevivir bajo los rastrojos esperando que alguna plántula intentara salir. Es más, "en lotes con altos niveles de cobertura, producto de tener cultivos de cubierta de invierno como vicia o melilotus, cortadoras, bolillera e incluso chinches lograron pasar el invierno, convirtiéndose en un peligro latente", destacó un reconocido asesor del sudeste cordobés. La abundancia de individuos de la isoca bolillera fue tan elevada que "hubo reportes de lotes perdidos que tuvieron que ser resembrados, por la crudeza del ataque sufrido", dijo un prestador de servicios de monitoreo.Por su parte, las cortadoras típicas -isocas pertenecientes a los géneros Agrostis y Porosagrostis que literalmente cortan las plántulas de cultivos estivales en emergencia y primero estadíos vegetativos- "llegaron a registrar niveles de 5 o hasta 6 individuos por metro cuadrado", agregó el especialista. Bajo estas circunstancias, quienes no se anticiparon al problema y sembraron el maíz temprano "tuvieron serios problemas por reducción del stand de plantas", agregó un entomólogo cordobés. En cambio, "quienes se anticiparon y detectaron la presencia de la plaga antes de sembrar, optaron (en muchos casos) por retrasar la fecha de siembra, esperando que la plaga culmine su período de mayor voracidad", agregó.Una plaga que tampoco pasó desapercibida fue la tucura, haciendo estragos en varias regiones productivas argentinas y del Uruguay. En la Argentina, atacó pasturas, y cultivos de soja y maíz en emergencia; daños que fueron reflejados en ediciones anteriores de Clarín Rural.
Fuente: Clarin Rural