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PAS - RELEVAMIENTO AL 20/05/2009.
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En lo que hace a la campaña agrícola 2009/2010, según el tipo de actividad, la evolución prevista plantea una serie de limitaciones que será necesario superar mediante una adecuada planificación del uso de la tecnología disponible:
Cosecha Fina:
Debido a que las precipitaciones ocurridas en de Abril y lo que va de Mayo quedaron por debajo de lo normal, no logrando reponer las reservas de humedad en el perfil de los suelos, la siembra de la cosecha fina encontrará graves dificultades.
Para los cereales de invierno contar con buena humedad a la siembra es de capital importancia para obtener buenos rendimientos, sobre todo teniendo en cuenta que se espera una segunda parte del otoño y un invierno con precipitaciones bajo lo normal, a lo que se unirán temperaturas sobre lo normal que incrementarán la demanda de agua de los lotes.
Sólo la Zona Triguera II Norte (Figura 6) cuenta con reservas de humedad apropiadas para la siembra, mientras que las restantes se encuentran en distintos grados de déficit, por lo que es posible que la intención de siembra 2009/2010 sólo alcance un 60 % de la superficie potencial implantable.
Esta evolución podría determinar que los lotes no puedan cumplir su etapa vegetativa en forma satisfactoria y entren en su etapa reproductiva en malas condiciones.
Asimismo, es de temer que la llegada de las lluvias primaverales sufra cierto atraso, determinando que los lotes deban comenzar a cumplir la etapa de formación del rendimiento en sin una adecuada disponibilidad hídrica.
Esto podría determinar que, para cuando lleguen las lluvias primaverales, ya se hayan producido daños irreversibles que comprometerán severamente el rendimiento y la calidad.
Asimismo, se presentará riesgo de que se produzcan heladas tardías.
Por lo tanto, cabe esperar que, por segundo año consecutivo, se observe una considerable reducción del área cultivada y de los rendimientos, causando una significativa merma de producción.
Cultivos Estivales de Implantación Temprana:
Las precipitaciones ocurridas a fines de verano y comienzos de otoño quedaron por debajo de lo normal, no logrando reponer las reservas de humedad en el perfil de los suelos, siendo difícil que las lluvias que ocurran durante la segunda parte del otoño y el invierno puedan subsanar esta carencia. Por lo tanto, es probable la siembra de los cultivos de verano de implantación temprana (girasol y maíz temprano) dificultades hídricas. Asimismo, se presentará el riesgo de que se produzcan heladas tardías. Por lo tanto, cabe esperar que, por segundo año consecutivo, se observe una reducción del área cultivada.
Cultivos Estivales de Implantación Tardía:
Los maíces de implantación tardía y la mayor parte de la soja se beneficiarán con el retorno de las lluvias que se espera para mediados de primavera, por lo que su desarrollo podría ser beneficiado por la normalización gradual del agroclima que se espera para ese momento. Por lo tanto, es probable que las siembras de la campaña 2009/2010 vuelvan a concentrarse fuertemente en este tipo de cultivos, que son los que ofrecen el menor riesgo.
Ganadería:
La perspectiva vigente impone un difícil desafío a la ganadería. Aunque las lluvias observadas desde Febrero hasta mediados de Abril fueron insuficientes, no logrando restablecer la cadena forrajera. Debe preverse que, a partir de mediados de otoño en adelante, la reducción de las precipitaciones y las heladas continuarán generando una baja oferta forrajera, manteniendo el panorama de desastre que afecta a la actividad. Recién hacia mediados de primavera, el final de la temporada de heladas y el retorno de las precipitaciones, podrían reactivar la producción forrajera.
Conclusión General
Se atraviesa un escenario situación que exige el máximo cuidado en la toma de decisiones y en su puesta en práctica, ya que se conjuga una difícil situación económica y política con una evolución sumamente irregular del agroclima.
Buenos Aires, 6 de Mayo de 2008